Bandura
Introducción:
Hay teorías que acentúan la importancia de impulsos y
motivos internos de carácter inconsciente, y desvalorizan el papel de las
interacciones y propósitos consientes del sujeto en la regulación de su propia
conducta. El modelo de aprendizaje propuesto por el conductismo radical subraya
hasta tal punto la influencia de las contingencias del medio que termina
también por despojar al sujeto de su papel autodirectivo en la determinación de
la conducta. La teoría cognitiva social formulada por Bandura trata de
proporcionar una caracterización lo más completa y sistemática posible de los
factores, tanto internos como externos, que influyen en los procesos humanos de
aprendizaje. Esta teoría tiene un carácter fundamentalmente descriptivo y
taxonómico. Es como un gran esquema de síntesis que describe minuciosamente los
determinantes de la conducta. Sin embargo, en general no define paso a paso los mecanismos concretos a través de los
cuales se ejerce la influencia de tales determinantes. La perspectiva cognitiva
social del aprendizaje parte de un modelo de determinación recíproca entre el
ambiente, la conducta y los factores personales. Bandura habla de reciprocidad
triádica: los comportamientos dependen de los ambientes y de las condiciones
personales. Estas a su vez, dependen de los propios comportamientos y de los
contextos ambientales, los cuales se ven afectados por los otros dos factores.
Esta reciprocidad no significa simetría en cuanto a la intensidad de las
influencias bidireccionales; la influencia relativa de los factores
ambientales, personales y comportamentales varía en función del individuo y de
la situación. Cuando las condiciones ambientales son muy restrictivas y
demandantes pueden prácticamente obligar a realizar una determinada conducta.
De estos factores personales, la teoría cognitiva social acentúa precisamente
aquellos que contribuyen a dar un halo de autodirección, a proporcionar una
impresión de la conducta humana como producida por un agente intencional y
reflexivo: 1) la capacidad simbolizadora; 2) la capacidad de previsión; 3) la
capacidad de aprendizaje a través de la observación y el modelado; 4) la
capacidad autorreguladora y 5) la capacidad de autorreflexión.
Aprendizaje por observación:
La teoría cognitiva social ha acentuado la importancia del
aprendizaje por observación, y la influencia del modelado en la conducta
humana. Bandura dice que afortunadamente, la mayor parte de la conducta humana
se aprende por observación mediante modelado. Estudios han permitido establecer
varios efectos posibles que puede tener el aprendizaje por observación: 1) un
efecto instructor que implica la adquisición de respuestas y habilidades
cognitivas nuevas por parte del observador, 2) efectos de inhibición o
desinhibición de conductas previamente aprendidas; 3) efectos de facilitación;
4) efectos de incremento de la estimulación ambiental; y 5) efectos de
activación de emociones.
La teoría de Bandura hace hincapié en los procesos
subyacentes al aprendizaje observacional: éste depende, en primer lugar, de la
atención por el observador a las actitudes o demostraciones del modelo. También
de la codificación simbólica y retención de esas actividades. En tercer lugar,
de procesos de producción que regulan la organización de las subhabilidades
componentes en nuevos patrones de respuesta. Por último de aspectos
motivacionales.
Por otra parte, la eficacia del aprendizaje por observación
depende de factores de memoria. Entre éstos ocupan un lugar fundamental los que
implican la recodificación simbólica de las actividades de los modelos. La
práctica efectiva o mental de las actividades de los modelos es también un
determinante básico del aprendizaje observacional. Por último el aprendizaje
observacional está muy determinado por los procesos de motivación. La teoría
cognitiva social del aprendizaje establece tres grandes tipos de incentivos:
directos, vicarios y autoproducidos. Cuando vemos que otra persona obtiene una
recompensa al realizar una determinada conducta, tendemos a imitar esa
conducta. En este caso se habla de un incentivo vicario. Las recompensas no
tienen por qué ser necesariamente externas ni proporcionadas por otros, pueden
ser internas y autogeneradas. Pero el aprendizaje por observación no se limita
a la adquisición de conductas concretas, sino que también permite la
adquisición de reglas abstractas, conceptos y estrategias de selección,
búsqueda y procesamiento de la información.
Aprendizaje y predicción:
Frente a la tendencia tradicional en los modelos
conductistas a entender el aprendizaje como el resultado de la formación
mecánica de asociaciones entre estímulos, o bien entre estímulos, respuestas y
consecuencias, la teoría de Bandura recurre a procesos cognitivos internos
incluso para explicar las formas más simples de aprendizaje como el
condicionamiento clásico y la formación de conductas operantes simples. Como
dice Bandura los humanos no se limitan a responder a los estímulos del medio,
sino que los interpretan. Los estímulos influyen en la probabilidad de que se
efectúen determinadas conductas gracias a su función predictiva y no porque se
vinculen automáticamente a las respuestas.
En este caso, el profesor no solo proporciona modelos de
conducta, actitudes y estrategias a los alumnos, sino que establece,
queriéndolo o no, un medio estimular previsible sobre el que trabajan activamente
los mecanismos predictivos de los alumnos. Estos son capaces de extraer
información predictiva de reglas sociales sutiles. El valor predictivo de las
contingencias de aprendizaje no solo es una propiedad de las contingencias
directas. La capacidad simbólica humana permite que se adquiera esa información
predictiva sin pasar por procesos de aprendizajes a través de la experiencia
propia. Además, los actos de los demás también tienen un valor informativo de
carácter predictivo. En suma, la teoría cognitiva social considera que el
aprendiz es un predictor activo de las señales del medio y no un mero autómata
que forma asociaciones. Ese predictor aprende expectativas y no sólo
respuestas, y tales expectativas son aprendidas gracias a la capacidad de
atribuir valor predictivo a las señales del medio.
Motivación y aprendizaje:
Por lo general, las acciones que implican recompensas
tienden a repetirse y las que no a eliminarse.las consecuencias de las
respuestas influyen en la conducta pero de una forma antecedente, porque crean
la expectativa de que en futuras ocasiones los resultados serán similares.
Puede decirse que son las elaboraciones cognitivas más que las contingencias
reales del medio, las entidades explicativas en este modelo. Por otra parte la
teoría cognitiva social, insiste en la importancia de reforzadores varios e
intrínsecos y no sólo de los de carácter externo. Los refuerzos intrínsecos están condicionados
por el concepto que la persona tiene de su propia eficacia y por los sistemas
de autoevaluación que emplea. En la teoría cognitiva social el interés surge
como consecuencia de las satisfacciones que se derivan del cumplimiento de las
metas internas desafiantes y de las autopercepciones de eficacia generada a
partir de los logros propios y de otras fuentes de información sobre la
eficacia.
La
importancia de acentuar, en los ambientes educativos, las relaciones entre
conductas y contingencias de forma que tales relaciones sean fáciles de
reconocer para los alumnos. También la importancia del ejercicio que, al
automatizar rutinas más simples, libera capacidades de pensamientos simbólicos
consiente que pueden dedicarse a tareas más complejas.
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